Para mucha gente, la reducción de la libertad humana a esa caricatura de la «libertad de ir de cañas» en tiempos de pandemia ha supuesto un estímulo para reflexionar sobre ese valor básico que llamamos libertad. ¿Qué quiere decir libertad en un mundo de múltiples determinaciones, y donde —como los agentes morales que somos— estamos sujetos a muchas responsabilidades? Pero por otra parte ¿no estaremos viviendo en un mundo determinista, y quizá nos engañamos al plantear las preguntas anteriores? En particular, ¿los avances recientes en neurociencia no mostrarían que la libertad es una ilusión?
Interrogantes semejantes nos asaltan cuando nos asomamos al problema filosófico de la libertad humana, que recorre la entera historia del pensamiento. Este libro trata de mostrar la realidad de la libertad, situándola a la vez en el difícil contexto que es el nuestro: la crisis ecológico-social (overshoot: estamos sobrepasando los límites biofísicos del planeta Tierra) en el Siglo de la Gran Prueba.
Jorge Riechmann es ensayista, poeta y ecologista. Es profesor de filosofía moral y política en la Universidad Autónoma de Madrid, y vecino de Cercedilla. Entre sus ensayos más recientes: Autoconstrucción (Catarata, 2015); ¿Derrotó el smartphone al movimiento ecologista? (Catarata, 2016); Ética extramuros (eds. UAM, 2016); ¿Vivir como buenos huérfanos? (Catarata, 2017); Ecosocialismo descalzo (Icaria, 2018); Otro fin del mundo es posible, decían los compañeros (MRA Ediciones, 2019); Informe a la Subcomisión de Cuaternario (Árdora, 2021) y Simbioética (Plaza y Valdés, 2022).
Surgido al calor de la pequeña burguesía franquista y del aprendizaje de una carrera política frustrada, Florentino Pérez se ha erigido como uno de los máximos exponentes de la oligarquía española. Su imperio, construido sobre dos patas principales: ACS y Real Madrid —hormigón y fútbol—, lo forman un patrimonio de unos 2.000 millones de euros y una empresa con más de 100 filiales en paraísos fiscales que aparece en las tramas de corrupción Gürtel, Púnica, Lezo del PP, tres por ciento de CiU y que ha financiado las fundaciones FAES de Aznar y Pablo Iglesias del PSOE.
Florentino pasó de coger una empresa de construcción en quiebra y ser un empleado de la familia March a controlar autopistas, servicios de dependencia y limpieza y hasta guarderías…, multiplicando su riqueza por más de diez desde que llegara, allá por el 2000, a la presidencia del club blanco. Para ello se ha servido del privilegio que otorga el palco del Bernabéu y del mundo del deporte como semillero de corrupciones y especulación. Ha tejido toda una trama de relaciones íntimas con periodistas y controla los tempos mediáticos como pocos, llegando incluso a poner y quitar directores de periódicos y hasta llamar por los pies de foto que no le gustan... Dinero, influencia, manejo de contratos y concesiones de obra pública, un muro de silencio a su alrededor, movimientos en las instituciones, esta es la biografía (no contada) de uno de los hombres más poderosos del Estado español.