En los años de la guerra civil y del franquismo las mujeres andaluzas sufrieron la dureza de la represión de un modo peculiar, no sólo como consecuencia de los abusos a que eran sometidas –Queipo de Llano ya había avisado que «dar patadas y berrear» no las iba a salvar de la violación– sino porque se las quería castigar por haber pretendido emanciparse de la función subordinada a que las condenaba su condición; algo que resultaba aun más grave cuando se trataba de mujeres del pueblo, de individuas de dudosa moral. Pura Sánchez ha reconstruido este clima de acoso y estas prácticas represivas a través de los expedientes de los tribunales militares, completados con otros documentos y con testimonios vividos. De su trabajo surge una multitud de historias individuales de humillación y sufrimiento, a la vez que el panorama de una sociedad en que las mujeres habías de acomodarse a la subordinación y la dependencia.
Novedades editoriales de diciembre
En los años de la guerra civil y del franquismo las mujeres andaluzas sufrieron la dureza de la represión de un modo peculiar, no sólo como consecuencia de los abusos a que eran sometidas –Queipo de Llano ya había avisado que «dar patadas y berrear» no las iba a salvar de la violación– sino porque se las quería castigar por haber pretendido emanciparse de la función subordinada a que las condenaba su condición; algo que resultaba aun más grave cuando se trataba de mujeres del pueblo, de individuas de dudosa moral. Pura Sánchez ha reconstruido este clima de acoso y estas prácticas represivas a través de los expedientes de los tribunales militares, completados con otros documentos y con testimonios vividos. De su trabajo surge una multitud de historias individuales de humillación y sufrimiento, a la vez que el panorama de una sociedad en que las mujeres habías de acomodarse a la subordinación y la dependencia.
Declaración conjunta por el 453º aniversario de la rebelión andaluza de 1568
Gracias a todas por estar aquí desde todos los puntos de nuestro país. Las entidades convocantes nos felicitamos por este modesto pero sentido homenaje que hacemos a la Andalucía rebelde.
Hace tres años ya estuvimos aquí pero tres años después somos seis los colectivos que nos hemos dado cita para rendir recuerdo a la rebelión andaluza de 1568 y eso ya, para nosotras, es motivo de celebración. Nos felicitamos por ello.
Nos hemos reunido aquí porque en este mismo lugar Fernando de Córdoba y Valor fue coronado como rey de Andalucía (de Granada y Córdoba) dando inicio a la rebelión que mantuvo en jaque al ejército imperial más poderoso de la época, el del monarca castellano Felipe II.
Con este acto queremos recordar la memoria de las mujeres y hombres que participaron en la rebelión andaluza de 1568 en su 453º aniversario. Una rebelión mal llamada de las Alpujarras porque en este país decimos LA ALPUJARRA y porque además esta rebelión abarcó mucho más que esta comarca, para alcanzar todas las Cordilleras Béticas.
El objetivo entonces era el de liberarse de los tentáculos del imperialismo castellano de la época y volver a recuperar la soberanía propia en este tierra, la soberanía perdida con la caída del Califato y la conquista del reino nazarí. Oponerse al régimen que desposeía a las andaluzas y andaluces de entonces de sus tierras, prohibía sus costumbres y les obligaba a someterse diariamente a la supervisión de las autoridades político-religiosas castellanas. Contra todo ello se alzó el Pueblo Andaluz y por eso osó arriesgar su vida y perderla a miles ante un régimen que ya estaba utilizando Andalucía no sólo como una colonia, sino como plataforma de colonización y expolio de los pueblos de Abya Yala, de América.
Hoy el Pueblo Andaluz sigue desposeído, más que entonces. El Estado español, heredero político-administrativo de la corona castellana, sigue persiguiendo e inferiorizando nuestra cultura mientras la propiedad de la tierra y la riqueza estan más concentradas que nunca, continúan supervisando si somos buenos súbditos o si, por el contrario, merecemos la represión que siempre se ha aplicado contra nuestra gente. Esta es la consecuencia lógica de cinco siglos de dominación capitalista y colonial de la monarquía hispánica primero y estado español después sobre Andalucía.
Y por eso es más importante recordar nuestra historia y acontecimientos como este, que los historiadores a sueldo han echado al olvido mientras ensalzan y jalean nuestra conquista. Un olvido que se plasma en los festejos por la conquista de la ciudad de Granada. Para ese evento desgraciado de nuestra historia si hay ríos de tinta que hacen un trabajo de propaganda y alienación, mientras esconden el retroceso que esta supuso para la sociedad andaluza a todos los niveles intentándonos convencer de las bondades que acarreó ser súbditos de Castilla. Por eso es para nosotras necesario que nos opongamos, no sólo con nuestra denuncia sino con nuestros cuerpos, a la celebración de nuestra conquista y por eso este año estaremos también en la plaza del Carmen de Granada. Para recordarles que aún seguimos aquí.Nosotras ahora como el Pueblo Andaluz en 1568, seguiremos luchando hasta el final. Preferimos formar parte de la rebelión que formar parte de la muchedumbre amnésica y desconocedora de su propio pasado.
¡Viva Andalucía libre!
Conmemoración de la rebelión andaluza de 1568 en Cádiar
Con este acto queremos recordar la memoria de las mujeres y hombres que participaron en la rebelión andaluza de 1568 en su 453º aniversario. Una rebelión que abarcó todas las Cordilleras Béticas con el objetivo de liberarse de los tentáculos del imperialismo castellano de la época y que mantuvo en jaque durante tres años al ejército europeo que se suponía el más poderoso de entonces, el ejército de Felipe II.
Las entidades Centro Andaluz del Pueblo “Blas Infante”, Instituto Almenara, Centro Andaluz del Pueblo “José Félix Rivera”, Instituto de la Identidad Andaluza, Centro Andaluz del Pueblo “Javier Verdejo” y Centro Cultural Andaluz (CECUAN) os invitamos a que nos acompañéis en esta visita que saldrá a las 12 de la mañana de la fuente del Vino (calle San Isidro) de Cádiar.